Atentado se debería a la exigencia de pago de cupos de parte de extorsionadores que amenazan a los empresarios en Pisco..
La inseguridad ciudadana sigue siendo un grave problema que no tiene fin en la región Ica. Además, se hace notoria, la falta de estrategias para frenar la delincuencia, el sicariato, y las extorsiones. En la provincia de Pisco, unos sujetos durante la noche del 24 de abril. Al promediar las 10:45 p.m. Llegaron a detonar un explosivo en el frontis de un hospedaje ubicado en el cruce de las calles San Clemente y Ramón Aspillaga.
Es preciso indicar, que los delincuentes estaban a bordo de una moto lineal. Ellos dejaron el objeto que detonó en cuestión de segundos. El estallido provocó daños en la caja del medidor de gas y la puerta del hotel "San Isidro". No se reportaron personas afectadas por el detonante. Sin embargo, los vecinos del lugar y zonas aledañas al escuchar la explosión llamaron al serenazgo de la Municipalidad Provincial de Pisco.
El personal de serenazgo y los efectivos policiales de la comisaría de Pisco llegaron al lugar y cercaron el espacio afectado por el detonante. El caso se encuentra en investigación, pero las primeras hipótesis que maneja la policía. Sería de una presunta extorsión contra el dueño del hospedaje. Este no sería el único atentado durante el mes de abril. Dado a que hubo uno cerca al centro educativo "Santo Domingo".
Atentados con explosivos y pago de cupos en Pisco
Los atentados en la provincia de Pisco se han hecho de forma consecutiva a partir del 2022. En febrero del año pasado, hubo tres atentados con detonación de explosivos en la calle Pedro Pablo Castro, en el Centro Poblado Casablanca, y en el sector Alto El Molino. Además, uno de ellos dañó la vivienda de Julia Paco Molina, quien ejercía la función de teniente gobernadora del distrito de San Andrés (Pisco).
Atentados que ponen en peligro la vida de autoridades y empresarios en la provincia de Pisco.
Asimismo, los casos de extorsión aumentan en Pisco. El pago de cupos de parte de los extorsionadores es una bomba de tiempo para los empresarios y pequeños negociantes. Ellos se encuentran a merced de los delincuentes quienes amenazan con detonar algún fulminante en los exteriores de las viviendas o negocios. Hasta la fecha, la policía no ha logrado disminuir la cifra de extorsiones que se incrementa cada año en Pisco.
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